
Alberto Pedro Cabrera
Mago, Mandrake, Beto, apodos de uno de los deportistas más extraordinarios de nuestra ciudad. Alberto Cabrera: uno de los pilares sobre los cuales Bahía comenzó a erigirse como capital del básquetbol nacional.
Se inició a los siete años en Estudiantes y a los dieciséis debutó en primera división. Vistió fugazmente la camiseta de Gimnasia y Esgrima La Plata, durante 1976 y 1977.
En 23 años de carrera conquistó: 18 títulos con Estudiantes, 12 con la selección local y 9 con la de Buenos Aires. Recibió 3 Olimpias de Plata y fue elegido como el mejor deportista bahiense del siglo XX.
Después de unos años de haberse retirado del seleccionado argentino, volvió en 1979, con 33 años, para jugar aquí en nuestra ciudad la Copa sudamericana y coronarse campeón en el Osvaldo Casanova, venciendo a Brasil en la final. También ganó un campeonato argentino interclubes jugando como refuerzo para Olimpo, su clásico rival.
A pesar de su partida física un 12 de agosto de 2000, su legado aún pervive en la comunidad deportiva y más aún en la memoria bahiense. Una avenida muy concurrida de la ciudad lleva su nombre, así como el jardín de infantes Nro 942. Tampoco faltan en barrios, bares y clubes alguna persona que relate con nostalgia alguna anécdota del mago, tanto dentro como fuera de la cancha. Junto a varios jugadores y jugadoras, Cabrera transformó al básquetbol argentino en orgullo y a Bahía Blanca en su capital.